
regalo por este cumpleaños especial recibí como presente un viaje de 5 días a París de parte de mi abuela, tí@s y prim@s, un regalazo que no me esperaba y que me hizo mucha ilusión. Así que este viaje es gracias a ellos y sólo puedo empezar el relato del viaje con la foto de cuando abría el regalo. A París me fui yo solito, cosa que no sorprenderá a nadie que me conozca, después de ya haber hecho una vueltita al mundo de esta manera.

Lo primero que te llama la atención en París es la grandiosidad de todos sus edificios, no hay ninguno que sea feo o que esté mal cuidado y si te fijas siempre encontrarás en todos ellos algún detalle que llame la atención. Lo único que me parece comparable, aunque a mucho más pequeño nivel es San Sebastián, una de mis ciudades favoritas. París es una ciudad enorme con un montón de barrios periféricos que se alargan km y km pero los turistas sólo visitamos el centro (en los alrededores se dice que se les da por quemar coches), que gira en torno a un trozo del río Sena, precioso con cantidad de puentes que le dan un toque especial.


En la isla de la Cité está uno de las construcciones más bonitas y reconocibles de París, una de esas estampas que todo el mundo asocia a la ciudad francesa. Es la catedral de Notre-Dame, que se considera el corazón de París, donde destacan sus dos torres idénticas de 69 (buen número) metros de altura, a las que se puede subir (aunque un servidor no lo haya hecho). Como se puede ver en las fotos, no tiene nada que ver la parte delantera y la trasera de la catedral, muy distintas. A destacar en esta época del año, primavera, los jardines preciosos que rodeaban a la catedral con gran cantidad de flores de múltiples colores.


De las visitas obligatorias y símbolos uno no se puede olvidar de la famosa Torre Eiffel, quizás el lugar más famoso de París. Paradójicamente, como muchos otras construcciones famosas en el mundo (me viene a la cabeza la Opera de Sidney ) creó mucha controversia en los ciudadanos porque no les gustaba y ¡¡¡mira ahora!!!


Esta es la segunda vez que visito París pero la primera vez subí a la torre pero estaba lloviendo (qué raro en París) y con niebla por lo que no pude ver mucho las vistas. Así que, con un día bastante bueno, llegué dispuesto a subir al piso superior para disfrutar de mejores vistas. Había bastante cola pero aún así allá fui, el problema es que al final fueron ¡¡¡2 horas de cola!!! Las vistas la verdad es que son espectaculares y merecen la pena pero siempre surge la pregunta de ¿vale la pena esperar 2 horas para esto? Por lo menos, la próxima vez que vaya a París (espero repetir) no tendré el dilema pues ya habré subido a la Torre.


Impresionante es ver la Torre iluminada por la noche de arriba a abajo con multitud de bombillas pero más espectacular todavía es verla desde las horas en punto hasta y diez, hasta la una de la mañana, es decir, de 20 h a 20h10m, de 21h a 21h10min,... con la iluminación especial que le ponen que parece que salen fuegos artificiales de la torre. Impresionante.



Es una ciudad para caminar y caminar con la facilidad que da que sea todo llano, a excepción de la visita obligatoria a Montmartre y el Sacre Coeur. Si queréis ver el resto del viaje a París pinchar aquí.
1 comentario:
¡ Hola!
No te imaginas el regalo que me has hecho con este video y lo que cuentas de París...estos planeando viajar a conecer esa tierra de mis abuelos.
Soy argentina nieta de franceses y es una signatura pendiente que quiero cumplir...gracias y si puedes enviarme consejos y recomendarme precios de hoteles y cualquier dato que se te ocurre. Acá nuestro peso en reación al Euro es de 5 a 1 ..
Te invito a visitar mi blog, esperando noticias tuyas...me despido con un fuerte abrazo...
Marta
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