jueves, 1 de mayo de 2008

Tradición frente a modernidad en París

Si hay un barrio bohemio y tradicional en París ése es Montmartre, donde vivieron míticos pintores y poetas como Picasso, Dalí o Toulusse-Lautrec, teniendo el barrio su apogeo a finales del siglo XIX y principios del XX. Hoy en día, aún se puede vivir un poco de ese ambiente en la Place du Tertre, donde múltiples retratistas intentan cazar a los turistas, pero por desgracia el barrio se ha convertido en un hervidero de turistas, donde te tienes que hacer sitio a codazos y todo lleno de tiendas de souvenirs. Definitivamente no es mi tipo de turismo favorito.

Pero hay algo que hace imprescindible subir a Montmartre, que es ver las vistas desde el Sacre Coeur (Sagrado Corazón) y contemplar esta iglesia imponente situada en el punto más alto de la ciudad. Por fuera la iglesia es impresionante, aunque el interior deja mucho que desear. Esta iglesia tiene la ciudad a sus pies y se ven km y km a lo lejos, si el día claro te lo permite. Me encanta la foto que os pongo donde parece que uno de los guardianes de la iglesia (está sobre un capitel) va a atacar al pájaro bajo un cielo que anuncia tormenta.





Todo lo que os he contado en la entrada anterior y en ésta es lo que se espera uno de París; edificios imponentes, torre Eiffel, Montmartre, los puentes sobre el Sena,... todo bastante clásico pero quizás por lo inesperado (y los avisos de mi tía Bea, la "experta" en París) lo que más me sorprendió de la ciudad fue la zona de la Défense, pero ¿qué es la Défense? Es el nuevo centro administrativo y de negocios que se construyó a las afueras de la ciudad para que el centro estuviese libre de rascacielos. Una gran ventaja de la zona es que no figura como un "imprescindible" de París en ninguna guía, por lo que no está atestada de turistas (en pocos lugares de la ciudad se puede decir esto). Yo, sin duda, lo incluiría como una visita obligatoria.



Llegas allí y te parece que estás en una peli de ciencia ficción del futuro, es como una ciudad futurista llena de rascacielos, a cada cual con un diseño más moderno con la grandiosidad de que entre los edificios hay una gran explanada peatonal de la que disfruta la gente sin coches estorbando. Lo que más llama la atención es el Grand Arche, una especie de Arco del Triunfo moderno que está alineado con el Arco del Triunfo clásico, a su vez también alineado con el Louvre a través de los Campos Elíseos y el Jardín de las Tullerías. Las fotos están chulas pero para que os hagáis una mejor idea os pongo un mini-video que filmé con la cámara (lo del guiño final quedó un poco cutre, no?)



Si queréis ver todo el viaje a París, pinchar aquí

1 comentario:

Diancecht dijo...

Veo que estaba lloviendo cuando pasaste por allí, imagino que te perderías la imagen de las escaleras del arco llenas de ejecutivos trajeados comiendo sandwiches al más puro estilo Wall Street.

Estuve trabajando allí una temporadilla y me impactó el ambiente que se respira.