15 - Marzo - 2008
Por la mañana se decide ir a visitar el centro de Bruselas de día, básicamente ir a ver la Grand Place y el famoso Manneken-Pis, o mucho más fácil, el niño meón. Yo, como aún estoy convaleciente de mi lesión del Camino de Santiago, me quedo en el hostel esperándoles. Prefiero no forzar la pierna para poder ver Gante con tranquilidad por la tarde. El resto del grupo hace un recorrido similar al de la noche anterior sumándole la visita a la famosa fuente del niño-meón, que les defraudó mucho. Es una estatua muy pequeñita, rodeada de gente y que, en principio, no tiene mucho de especial, incluso ni se sabe por qué se ha hecho tan famosa. Ese día además habían vestido la estatua con un vestido bastante horterilla.
Cogemos la carretera hacia Gante y nos perdemos unas cuantas veces por culpa del GPS, ¡¡malditas máquinas!! Al final lo solucionamos todo gracias a los "mapas cuadrados" que cogimos en el hostel, que eran de lo más útiles.
Gante es una ciudad pequeñita (al menos la parte turística) preciosa que tiene un entramado de calles medievales peatonales con un encanto enorme, que a veces te hace pensar que estás en medio de un estudio de cine. Una buena opción en Gante es dar un paseo por los canales en barco pero por no repetir plan hemos decidido dejar el recorrido fluvial para Amsterdam, con muchos más canales que Gante.
Finalizada la visita a Gante nos dirigimos en los choches a Brujas, donde vamos a hacer noche para visitar la ciudad al día siguiente. Nos tomamos unas cervecitas en el pub del hostel, nos vamos a cenar un kebap y damos una vuelta por el centro hasta el Burg y el Markt, las dos plazas más importantes del centro de Brujas.
lunes, 24 de marzo de 2008
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